jueves, 1 de noviembre de 2007

El Bajo Yuna vive momentos de angustia

VILLA RIVAS.-La desesperación se apoderó de miles de personas atrapadas entre las aguas del río Yuna que se ha desbordado inundando fincas, casas y calles en ese municipio y en Arenoso, ambos de en la zona del Bajo Yuna, en el extremo oriental de la provincia Duarte, que tiene capital la ciudad a San Francisco de Macorís.

Quienes afortunadamente han sido rescatados en botes, helicópteros u otros equipos son recibido con llanto de emoción por familiares de ver sanos y salvos a los suyos.

Las autoridades confirmaron que ya se habían rescatado entre 1,000 y 1, 500 personas de los cuales 600 permanecen refugiadas en la escuela primaria Luís Molina del pueblo de Villa Rivas, donde se les suministra asistencia médica y alimentos.

Autoridades y voluntarios se esfuerzan por ubicar y rescatar a más de 3,500 familias que según la Defensa Civil, quedan en la zona de peligro. Esas personas han quedado aisladas en terrenos inundados por los aguaceros ocasionados por la tormenta tropical Noel.

Las personas que esperan ser auxiliadas desde el domingo, pertenecen a las comunidades de Las Verdes, Losa, los Peynado, Selva de los Pájaros, Juana Rodríguez, La Reforma, La Cole y otras perteneciente a Villa Rivas y Arenoso.

Las lluvias cesaron durante hoy jueves y por primera vez en 6 días el sol salio unas horas. El Bajo Yuna, gran productor de arroz, plátano, cacao y otros alimentos, tradicionalmente ha sido escenario de grandes inundaciones.

Los rescates se llevan a cabo a través de helicópteros, botes y pequeños yates, y por medio de tractores y palas mecánicas.

A pesar de la gran cantidad de damnificados, hasta el momento sólo se ha reportado en esa zona las autoridades sólo han reportado la muerte del menor Héctor Luís Rodríguez Liriano, de cuatro años de edad y en Arenoso el pastor evangélico Antolín María, quien falleció durante el auxilio de personas guarecida sobre los techos de sus viviendas.

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